Lunes
25
de Enero
Quinto de Primaria
Artes
¡Oh, qué tragedia!
Aprendizaje esperado: Clasifica obras artísticas teatrales por su origen,
época o género, e identifica sus principales características.
Énfasis: Distingue las
características de la tragedia como género dramático e identifica textos
trágicos relevantes.
¿Qué vamos a aprender?
Aprenderás a distinguir las características de
la tragedia como género dramático e identificarás textos trágicos relevantes.
¿Qué
hacemos?
Para iniciar nuestra clase empezaré por comentarte que las tragedias nos acechan todo el tiempo. Siempre hay peligro
de que ocurra un accidente porque todos somos propensos a cometer un error
trágico, por exceso de confianza o negligencia.
Las tragedias son
realistas porque son una representación de la vida, sus personajes y
situaciones califican como “posibles y probables”.
Hay quienes las
definen como un fenómeno catastrófico de efecto expansivo y quienes miden su
magnitud por la cantidad de afectados que existen.
Pero la tragedia se
refiere, más bien, a sucesos indeseables que pudieron ser evitados porque, de
hecho, fueron advertidos, suceden a causa de decisiones temerarias,
irresponsables, y/o negligentes, tomadas por alguien que se creyó invencible
y/o infalible, que no vio, o no le importó, el peligro.
Por ejemplo: Las
consecuencias de un temblor o un maremoto, son una desgracia, pero no necesariamente
son una tragedia, en cambio, la explosión de una planta nuclear o el
hundimiento de un barco y hasta un atropellamiento, penden entre la posibilidad
de ser un accidente o una tragedia que depende de:
a) Las causas.
b) Probabilidades de haber sido prevenido.
c) La cantidad de personas que resultan afectadas.
Toda obra trágica
comienza siempre con un “Presagio Funesto”, por ejemplo: Luna roja, lluvia de
estrellas, tormenta, etc. El presagio representa que el peligro es evidente
para todos.
La catástrofe, no sólo
es evitable, sino previsible, fue advertida repetidas veces porque todos,
excepto el héroe, vieron el riesgo y lo predijeron, pero las advertencias son
siempre desoídas.
En la trama clásica,
la historia siempre ocurre en las más altas esferas del poder político y
económico. El protagonista suele ser alguien muy encumbrado puede ser un rey o un
príncipe, admirado y considerado héroe, cuyo único defecto es su arrogancia, este
defecto lo mantiene enceguecido, haciéndolo emprender actos muy osados, graves
e imprudentes, sin percatarse del riesgo que corre y el peligro que genera para
los demás. Él se siente por encima de todo y de todos, llega a tal punto que un
día, comete una trasgresión muy, pero muy grande que se le conoce como el
“Error Trágico”, “Pecado de Soberbia” o “Hybris”.
Antes de la
catástrofe, el personaje suele darse cuenta, de repente, del daño terrible que
va a provocar en el macro sus acciones y se horroriza a este momento se le
llama “Toma de conciencia” o “Anagnórisis”,
casi siempre intenta detener la oleada de las devastadoras
consecuencias, pero, usualmente, es tarde y produce mucho sufrimiento,
primeramente, a él mismo, después a los suyos y finalmente, el efecto puede
crecer y trascender los límites de su entorno y afectar a comunidades, pueblos,
regiones y hasta naciones enteras.
El Héroe es: Diestro,
valiente, honorable, arrogante, soberbio e impulsivo.
En el conflicto: El
protagonista desea la gloria de la hazaña, la gloria de la proeza, así como vencer
los obstáculos para lograr lo imposible, también se rebela a ser y hacer lo que
la ley, el destino o la naturaleza determina e intenta vencerlos.
Como ejemplo de Hybris,
tenemos la fábula del “El hijo desobediente”, de José Rosas Moreno, que es, sin
lugar a dudas, un buen ejemplo de la Hybris, Pecado de Soberbia y Error
Trágico:
Te invito a leer la fábula.
El hijo desobediente,
en una selva sombría,
un nido en un árbol vi,
desde el
nido, "pí, pí"
un pajarillo decía.
Su buen padre que lo oía,
"voy", le dijo cariñoso,
"voy a, volar presuroso,
ricos granos a traerte;
espérame sin moverte,
y procura ser juicioso"
Al verle el nido dejar,
dijo el cándido polluelo:
"¡Cuál le envidio! ¡Cuánto anhelo!
¡El viento también cruzar!"
Quiso en el acto volar,
y el ala tendió imprudente,
más descendió de repente,
y horrible muerte encontró.
Siempre el cielo castigó,
al hijo desobediente.
Usualmente, la Anagnórisis
del personaje suele provocar la catarsis
del público, también conocido como “grito ahogado” porque se siente una
combinación de horror y conmiseración que es la pena o dolor por el sufrimiento
ajeno. Es ese el momento en que el espectador, entiende de golpe, la magnitud
de la catástrofe que se avecina y el tamaño de la desgracia que se cierne sobre
la cabeza del héroe y siente muchas emociones al mismo tiempo: se enoja, se
horroriza, se conmueve y se frustra, todo al mismo tiempo.
Aunque siempre hay
una catástrofe y un héroe que se enfrenta a fuerzas más poderosas, puede haber
dos tipos de desenlace:
1.
“De destrucción”, es el que casi todos
conocemos es el clásico, más allá de la destrucción física del personaje; el
personaje pierde eso que más valora: Su fama, su gloria y su condición de
héroe.
2.
“De sublimación'', es
un final lleno de esperanza, júbilo y/o de una triste alegría, porque
descubrimos que las motivaciones del personaje fueron, realmente, altruistas, y
que sus acciones, en realidad nos salvan de una catástrofe mayor, por ejemplo:
Jesús García, héroe de Nacozari.
En la representación escénica de una tragedia, es posible distinguir, por ejemplo, los tonos, intensidades y cadencias en las voces y los movimientos de los actores, los tipos de composición y ritmo coreográfico del tránsito escénico, gamas cromáticas en vestuarios, escenografías, maquillajes y decorados, tonos e intensidades de iluminación, estilo de las coloraturas sonoras en la musicalización y sonorización, etc.
La tragedia busca
prevenir tragedias reales, mostrándonos los riesgos que corremos cuando nos
sentimos infalibles o invencibles. Está dirigida a todas y todos, pero
especialmente, para los poderosos, porque las Hybris de los poderosos afectan a
más personas que las Hybris de la gente común.
Los autores
aprovechan para abordar temas profundos como el destino, la libertad, la lealtad,
el amor, el nacionalismo, la solidaridad y cualquier otro dilema ético o moral
que pueda considerarse entre “los grandes problemas de la humanidad”.
Gracias a la
tragedia, las grandes masas (la gente menos educada) tuvo acceso, en su
momento, a conocer y reflexionar estos “grandes temas”, puestos ante ellos en
un lenguaje relativamente cercano y, ejemplificado de tal manera, que les fueran
más comprensibles.
Te invito a leer el monólogo
de Segismundo. “La vida es sueño” de Pedro Calderón de la Barca.
El presente monólogo
trata sobre la transformación, una sublimación del protagonista de “La vida es sueño”, quien pasa de ser un
hombre atormentado a vivir en armonía.
SEGISMUNDO
Es verdad, pues: reprimamos
esta fiera condición,
esta furia, esta ambición,
por si alguna vez soñamos.
Y sí haremos, pues estamos
en mundo tan singular,
que el vivir sólo es soñar;
y la experiencia me enseña,
que el hombre que vive, sueña
lo que es, hasta despertar.
Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe
y en cenizas le convierte
la muerte (¡desdicha fuerte!):
¡que hay quien intente reinar
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte!
Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.
Yo sueño que estoy aquí,
destas prisiones cargado;
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? un frenesí.
¿Qué es la vida? una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
Segismundo, príncipe
ignorante de Polonia, desde bebé fue arrojado a una torre perdida en una
barranca por su padre, el rey Basilio, cuando nació Segismundo su progenitor
leyó los horóscopos que cuando ascendiera al poder se convertiría en el mayor
tirano del mundo. Para evitar que se cumpliera esta profecía, Basilio lo mandó
encerrar en la torre, donde creció como una bestia, educado por Clotaldo, el
primer ministro del rey.
Cuando es adulto,
para probarlo, Basilio lo saca de la torre narcotizado; cuando Segismundo
despierta, y se ve en medio de los lujos del palacio, recibe la noticia de que
es el príncipe heredero del trono de Polonia y que su vida en la torre era para
evitar un mal hado. Segismundo se enfurece, arroja a un sirviente por la
ventana, amenaza a su padre y a todos los que se encuentran alrededor suyo.
Basilio decide narcotizarlo una vez más, cuando despierta una vez más
Segismundo, se halla prisionero otra vez en la torre y le comenta a Clotaldo
que no entiende lo que ha pasado, entonces, Clotaldo le sugiere que todo fue un
sueño. Conmovido por esa experiencia, se suscita una transformación interna en
Segismundo, se vuelve más reflexivo y sabio.
¡Buen trabajo!
Gracias por tu esfuerzo.
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