Miércoles
27
de Enero
6° de Primaria
Lengua Materna
¡Este cuento sí que da miedo!
Aprendizaje
esperado: Escribe cuentos de terror o
suspenso empleando conectivos para dar suspenso.
Énfasis: - Acciones simultáneas para describir acciones,
pensamientos y sentimientos
- Acciones continuas.
- Conectores (en ese momento,
de repente, entonces) para crear suspenso.
-Planificación y redacción de
un cuento de misterio o terror que considere: trama, características físicas y
psicológicas de los personajes, ambiente y escenarios.
¿Qué vamos a
aprender?
Redactarás cuentos de terror o
suspenso, empleando conectivos para crear suspenso.
¿Qué hacemos?
En la redacción de tus
cuentos de misterio o terror, emplearás algunos conectivos para darles mayor
suspenso.
El objetivo de la clase de
hoy es que continúes descubriendo las herramientas para escribir y revisar un
cuento de terror, que explores diferentes posiblidades para escribir relatos
con mucho suspenso. Para ello, es importante que tengas presente las
características de los cuentos de misterio o terror, que identifiques la
tensión que provocan, así como los escenarios tenebrosos en donde, por lo
regular, tienen lugar estos relatos y la importancia de los personajes.
En las clases en las que has
estudiado este tema, has podido identificar todos estos elementos y has
aprendido cómo puedes incorporarlos a un texto escrito. Por eso, esta semana
revisaste el cuadro con criterios que presenta el libro de texto de Español,
sexto grado y también exploraste la voz narrativa, así como la redacción en
primera y tercera persona.
Todo ello, con el fin de
escribir un cuento que genere impacto en el lector a partir de la descripción
de sus personajes y escenarios; cuidando la definición de los personajes tanto
en lo físico, como en su comportamiento, así como la selección de los verbos,
adjetivos y adverbios necesarios para producir una atmósfera que provoque miedo
o tensión sobre un acontecimiento que se narra. Además, descubriste que el
ambiente cambia si escribes
en primera o en tercera persona, lo que te permite conocer las diferentes técnicas que emplean los
escritores para producir en el lector tantas emociones vinculadas con el temor
o el miedo. Una manera de seguir descubriendo sus técnicas y obtener referentes
es a través de la lectura; leer es la mejor escuela, sin duda alguna y, lo
mejor de todo, es que hay mucha literatura de misterio y terror; hay una gran
cantidad de cuentos y también novelas, e incluso muchos cómics. Así podemos
conocer a autores importantísimos de la literatura universal y también local.
Imagínate leer a los clásicos como Edgar Allan Poe o Lovecraft o Bram Stoker o
la increíble Mary Shelly, o también conocer los relatos de misterio que se
cuentan en muchas comunidades. Sería fascinante conocer a estos importantes
autores y saber en qué pensaban o cómo le hicieron para construir sus
narraciones, es decir cómo desarrollaron su propio proceso creativo.
El tema se centra justo en el
proceso creativo, tú como parte de los estudiantes de sexto año, seguramene ya
tienes importantes avances en la redacción de tu cuento de misterio o terror, en
clases anteriores ya has definido varias cosas, entre ellas, la trama; es
decir, lo que va a pasar, así como la selección de tus personajes, quién será
el protagonista y si habrá un antagonista y, si no fuera así, ahora es el momento de
hacerlo.
Tendrás la oportunidad de
escribir algunos párrafos que tomen en consideración el uso de conectores para
crear suspenso. Después, utilizarás la metáfora y el símil en tus narraciones y
recibirás algunas pautas para que puedas revisar tu cuento, enriquecerlo y
decidir en dónde lo podrás presentar.
El material que vas a
requerir es tu libro de texto de Español, sexto grado, cuaderno u hojas para
escribir, lápiz y goma. Muy bien, iniciarás como siempre, con una actividad
dedicada a la lectura. Antes de empezar a leer, es importante decirte que mediante
la lectura conocerás más acerca de como se trabaja una narrativa.
Actividad 1
Realiza la lectura en voz
alta del Texto Los duendes en la milpa,
Relato inédito.
Los duendes en la milpa
Mi hermano Hilario y yo aún éramos niños, nuestro padre estaba ausente y
tuvimos que ir a cuidar la milpa. Hicimos una casita de varas para pasar la
noche, encendimos una fogata y nos sentamos a observar las estrellas. El monte
era una mancha gigante y oscura, después, un grupo de nubes oscuras se detuvo
cubriendo la luna, el momento fue tan fuera de lo normal que hicimos silencio,
de pronto mi hermano dijo:
-¡Mira, en el monte!
Ambos vimos aparecer pequeñas lucecitas que parecían caminar hacia
nosotros, venían bajando el monte como si fueran velas en una rápida procesión.
-¡Son duendes! Dije espantado.
Mi hermano me tapó la boca llamándome a silencio y escuchamos que una voz
decía:
-¡Qué hermosa flor tienen esos niños!
Ambos volteamos a la fogata.
-¿Trajiste el tabaco? Dijo Hilario.
Antes de poder responderle, Hilario ya estaba desesperado buscando en los
morrales el tabaco. El tabaco ahuyenta a los duendes y esa noche lo
comprobamos; las luces desaparecieron del monte y la voz del duende no se volvió
a escuchar.
Aquella noche la pasamos en vela, no pudimos pegar un ojo y cuidamos el
tabaco hasta que despuntó el alba. Pudimos ver entonces el monte claramente, el
cielo estaba limpio y el sol comenzaba a calentar. Hilario lentamente empezó a
dormirse y yo, sin saber en qué momento, me quedé dormido también.
Nos despertamos al medio día cuando el sol comenzó a picarnos, agarramos
los morrales llenos de maíz y tomamos camino de regreso a casa. Caminamos hasta
el río y ahí nos detuvimos un momento a tomar agua, fue cuando detrás de
nosotros aparecieron dos hombres y nos preguntaron.
-¿Pesan mucho esos morrales?
- Sí. Dijo Hilario.
- Nosotros vamos para allá también, si quieren, les ayudamos con los
morrales.
Aceptamos contentos y caminamos detrás de los dos hombres, el camino ya
no era un camino real, la pequeña brecha para una persona que acostumbrábamos
ahora era un camino amplio, nos sentíamos muy a gusto e incluso el aroma de las
flores era intenso y agradable, pasamos por un arroyo azul como el cielo y de
pronto caí, me sostuve con las manos y al ver mis brazos, vi que los tenía
todos arañados, el hermoso camino había desaparecido, Hilario tenía rota la
camisa e igual que yo estaba golpeado y sucio, arañado por la maleza, estábamos
perdidos en medio del monte, no había camino y los morrales con maíz no
estaban. Habían sido los duendes, olvidamos el tabaco en la milpa y nos
alcanzaron, habían sido ellos quienes nos perdieron, disfrazando el camino.
Gritamos mucho rato para encontrar a alguien, hasta que un señor nos
escuchó y gritó también para encontrarnos, él nos guió hasta el río donde hacía
más de tres horas, nos habían hallado los duendes, al llegar, nuestros morrales
con maíz estaban ahí. El señor se despidió de nosotros, nos regaló un poco de
tabaco y maltrechos como estábamos, continuamos camino, media hora después
Hilario comenzó a buscar en su morral y pálido me dijo.
-¡Se me cayó el tabaco!
SEP
(2008). Los duendes en la milpa.
Relato inédito. En: Guía de aprendizaje para la Asignatura de la Lengua y
Cultura Náhuatl de la Huasteca. México, SEP/CGEIB.
¡Qué sorprendente historia!
¡Qué suerte tuvieron esos niños! Y qué final, no quisieras estar en sus zapatos,
¿Verdad? es una historia muy bonita que describe lugares que son conocidos o
muy cercanos a los espacios en donde viven muchos niños y niñas que quizá ahora
están trabajando esta clase. Este texto relata una historia que tiene lugar en
un contexto rural, así que no importa donde te encuentres, siempre podemos
tomar cosas del entorno y crear historias tenebrosas.
Ahora, comenzarás a trabajar
con los conectores para darle mayor suspenso a tu cuento.
Ayer conociste que, cuando se escribe ficción, es
muy importante utilizar los verbos de manera ingeniosa y cuidadosa, así como
ser congruente con los tiempos de los verbos. Recuerdas que platicamos sobre el
uso de los adverbios y los verbos en pretérito y copretérito, como en:
·
La
abuela gritó angustiadamente al ver lo que quedaba de su casa.
·
La
abuela gritaba angustiadamente al ver lo que quedaba de su casa.
Aquí el verbo es “gritar” y se transforma en “gritó”
cuando lo utilizas en pretérito simple y, “gritaba” cuando lo utilizas en
copretérito.
Pues bien, hay que seguir trabajando con los verbos,
pero ahora fíjate bien: Cuando relatas una historia también puedes describir
acciones que suceden al mismo tiempo; es decir, dos acciones que se realizan al
mismo tiempo. Por otro lado, también puedes utilizar otros verbos para
describir acciones que suceden una detrás de la otra. Por ejemplo, la redacción
de una acción, con base en la historia de los niños que leíste, podría ser la
siguiente:
“Los
niños colocaban tabaco mientras los duendes los vigilaban”
Como puedes observar, en este ejemplo, se
identifican dos acciones que se hacen de manera simultánea.
En cambio, revisa este otro ejemplo:
“Los
niños colocaron tabaco en la fogata, luego se durmieron”
En este ejemplo, puedes identificar que ya no se habla
de una acción simultánea sino de una acción continua; es decir, las
acciones (colocar y dormir) suceden una detrás de la otra.
Fíjate muy bien en el uso de los verbos en pasado, a
veces se combina el copretérito, como en “colocaban” y el pretérito simple como
en “colocaron”, a veces ambos están en pretérito simple, a veces, ambos verbos
aparecen en copretérito. Lee en voz alta las siguientes acciones e identifica
que tipo de acciones son:
Los niños colocaban tabaco mientras los duendes los vigilaban.
Los niños colocaban tabaco al tiempo que los duendes los vigilaban.
Los niños colocaban tabaco y, en ese preciso instante, los duendes los vigilaban.
Los niños colocaban tabaco cuando los duendes los vigilaban.
¿Qué tienen en común estos grupos de oraciones?
Todas ellas presentan dos acciones, las palabras
resaltadas precisan que dichas acciones se hacen al mismo tiempo.
Así es y las palabras resaltadas se conocen como conectores.
Hay muchos de donde elegir, son conectores temporales que indican
simultaneidad; es decir, dos cosas a la vez. En el siguiente gráfico observa ejemplos
de conectores de este tipo.
Actividad 2
Inventa dos oraciones en las
que utilices un conector de la lista, con los personajes de un cuento y los
verbos en pasado y copretérito.
Los personajes son: un
vampiro, un cuello, una niña.
Los verbos conjugados son:
mordía y luchaba.
Con estos elementos ya puedes
elaborar tus dos oraciones, si gustas puedes agregar otros elementos como
adjetivos o adverbios, preposiciones, artículos, incluso sustantivos, pero NO
más verbos.
¿Cómo quedaron
tus dos oraciones? Quizá se parecen a estos ejemplos:
·
“El vampiro mordía el cuello mientras
la niña luchaba
por su vida”
·
“La niña mordía el cuello del vampiro mientras
luchaba”
Ahora verás otro tipo de conectores, estos se ocupan
en oraciones que indican la sucesión o continuación de acciones, como en el
ejemplo “Los niños colocaron tabaco en la
fogata, luego se durmieron”, ahí la palabra “luego” que es un
adverbio de tiempo tiene la función de conector pues indica que algo más
pasará, que sigue otra acción.
Observa la siguiente lista con los conectores de
continuidad que también son temporales porque se relacionan con el tiempo.
Ahora revisa los ejemplos de conectores de acciones simultáneas y de continuidad, en tu libro de texto, en las páginas 71 y 72.
En los ejemplos que, por cierto, pertenecen a un
relato de misterio y horror puedes identificar los conectores correspondientes.
Para el primer ejemplo “mientras” y en este último, “Después”. Es muy
importante que en casa aproveches este juego de escribir párrafos como estos y
así, familiarizarte con el uso de estos adverbios llamados conectores.
Llegó el turno para otro tema igual de importante e
interesante. Uno de los recursos que se tienen al escribir historias de terror,
son las metáforas y símiles. Se trata de figuras retóricas que pueden
utilizarse para enriquecer las descripciones que se integran a la narración.
Revisa el libro de texto para conocer cómo funcionan, en la página 70 y dale
lectura para conocer los recursos descriptivos que puedes utilizar en tus
relatos o redacciones.
Como pudiste observar, los textos y las
descripciones que se hacen sobre los personajes o escenarios se fortalecen si
incorporamos estas figuras retóricas. La descripción de la metáfora se
encuentra en el texto que leíste, es una Figura literaria en la que se
atribuyen características físicas propias de una cosa a otra sin mencionarla
explícitamente, como cuando dice “con mirada de fuego y manos de hielo” que
corresponde a “ojos rojos y manos frías”
¿Y el símil? También es un recurso literario que
utilizamos para comparar o manifestar semejanza entre dos cosas. Como “ojos
como hogueras y manos parecidas a las de un esqueleto.
Actividad
3:
Selecciona un personaje, describe lo que le sucede y
también agrega algún rasgo del personaje; ya que lo hayas hecho, utiliza la
misma descripción haciendo uso de la metáfora o un símil. Es muy sencillo,
hecha a volar tu imaginación, por ejemplo: el tambor de su pecho puede ser el
corazón o, la nieve de sus cabellos puede referir a las canas, en fin, hay
muchas posibilidades y no hay una sola manera, lo único que debes hacer es
dejar que tu imaginación sea creativa, vivimos en un mundo de metáforas.
Revisa la decripción siguiente, este ejemplo quizá
pueda parecerse a tu descripción:
·
“De repente,
cuando la luz se apagó, una bruja con dientes verdes y nariz grande y
curvada, los persiguió”.
·
“De repente,
cuando la luz se apagó, una bruja con sonrisa de esmeralda y un gran gancho
en el rostro, los persiguió”.
Así, los dientes verdes equivalen a la sonrisa de
esmeralda y el gancho para describir la nariz de bruja.
Hasta aquí ya revisamos dos elementos que podemos
incorporar a los cuentos; por un lado, el uso de conectores o nexos y, por
otro, el de metáfora y símil.
Si ya concluiste la versión de tu cuento y no sabes
qué hacer para mejorarlo, revisa en tu libro de Español, sexto grado, la página
72, la cual has estado consultando a lo largo de esta clase. Identifica el
apartado que dice “revisen el cuento que les entreguen”. Es una actividad para
revisar los escritos entre pares, pero, en estas condiciones, puedes tomarlos
en cuenta para revisar tu propio cuento; cuando se planea, crea y revisa lo que
se quiere decir en un texto escrito, te estás asegurando de que tu cuento tenga
lo necesario para poder ser leído y disfrutado.
Revisa el borrador de tu cuento, fíjate en la ortografía
y la puntuación; es decir, verifica que sus acentos, comas, puntos y
mayúsculas están correctos. Si tienes duda, pregunta o trata de conseguir un
diccionario. Asegúrate
que tu cuento tiene un planteamiento, nudo y desenlace, o
sea, un principio, desarrollo y cierre. Acuérdate de revisar si los elementos que provocan tensión están presentes, si hay
misterio, si sucede algo inexplicable. Vuelve a la descripción de tus personajes y sus
escenarios para que te asegures de que tienen las características necesarias
que los hacen formar parte de un cuento de terror. Por último, revisen si
utilizaron metáforas
o símiles, si
hay verbos en pretérito y copretérito, si su relato sucede en el pasado
y asegúrense de tener conectores o nexos.
Como podrás darte cuenta, es
muy importante que te asegures de que tu cuento presenta todo lo que acabas de
revisar; hacerlo con cuidado te permitirá identificar si falta algo, si lo
puedes mejorar o si deseas enriquecerlo, de modo que te sientas muy satisfecho
del trabajo realizado.
Conversa
con tu familia y pregunta, si alguien tiene una historia terrorífica que te
inspire para escribir más cuentos de terror y suspenso.
¡Buen trabajo!
Gracias por tu esfuerzo.
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