Jueves
25
de Febrero
Quinto de Primaria
Lengua Materna
La musicalidad de los poemas
Aprendizaje esperado: Identifica algunos de los recursos literarios de la
poesía.
Muestra interés y
sensibilidad al leer y escribir poemas.
Énfasis: A partir
de la lectura, reflexiona y caracteriza los recursos literarios empleados en
los poemas: rima, métrica, adjetivos y adverbios, y los ejemplifica.
¿Qué vamos a aprender?
Identificarás algunos de los recursos literarios de la poesía.
En sesiones anteriores hemos revisado en los poemas el
lenguaje figurado y algunos recursos literarios que lo hacen posible,
especialmente la comparación y la metáfora, por medio de los cuales se
transforma el significado usual de las palabras y frases para decir algo
distinto.
En la sesión de hoy vamos hablar de la musicalidad
que pueden tener los poemas gracias a las palabras. Para eso, vamos a mencionar
algunos recursos del lenguaje poético como la métrica, la rima, las
repeticiones de distinto tipo y, entre ellas, las aliteraciones.
¿Qué
hacemos?
Para
comenzar a hablar de la musicalidad de los poemas, quiero que reflexiones sobre
las siguientes preguntas:
·
¿Qué entiendes
por ritmo?
·
¿Dónde
lo encontramos?
·
¿En
qué consiste?
En
el caso de la música, el ritmo es algo que se repite y sirve de base para el
desarrollo de la melodía. En muchos casos, identificamos las melodías por el
tipo de ritmo que tienen: vals, cumbia, chachachá, marcha, etcétera.
En
algunas partes de México, el vals es el tipo de melodía que se suele bailar en
las fiestas de quince años o en otros
festejos formales, como las graduaciones o las bodas. Ese ritmo tiene tres
tiempos y generalmente el primero suena más fuerte que los otros.
Te
propongo que escuches un fragmento del conocido vals “Sobre las olas”, del
compositor guanajuatense Juventino Rosas. Presta atención a la manera en que se
van marcando los tres tiempos del ritmo de vals con algunos de los
instrumentos, mientras los otros tocan la melodía principal.
- Juventino Rosas-Sobre las olas Secretaría de
Cultura. México.
https://www.youtube.com/watch?v=sfBnnjqlwoo&list=WL&index=42
Ve
lo que sucede con una canción muy conocida: “Las mañanitas”, que también tiene
ritmo de vals. Te propongo que cantes la primera estrofa mientras vas marcando el
ritmo con las palmas.
Estas son las mañanitas
que cantaba
el rey David,
a las muchachas
bonitas
se las cantamos
así.
Si
te das cuenta, la palmada fuerte del ritmo de tres tiempos cae
siempre en dos partes de cada verso, primero, de la segunda a la cuarta sílaba
y luego, en la sexta sílaba.
Cuando
se le pone música a un poema se hace coincidir el ritmo de la música con la
musicalidad del verso.
Lee
sin música la estrofa de las mañanitas que tienes aquí y trata de apreciar la
entonación que le das a las palabras. Toma en cuenta las sílabas de las
palabras y los sonidos que se repiten.
Estas son las mañanitas
que cantaba el Rey David,
a las muchachas bonitas
se las cantamos así.
La
rima se identifica a partir de la sílaba que suena más fuerte en cada palabra
(se llama la “sílaba tónica”). Las palabras “David” y “así” son agudas porque
su última sílaba es en la que ponemos énfasis al pronunciar. En ambas sílabas
está la letra “i”, por eso suenan parecidas. Esto es lo que se llama rima
asonante.
Las
palabras “gato” y” caballo” tienen rima asonante
porque su sílaba tónica es la penúltima y a partir de ahí las dos palabras coinciden
en las vocales “a” y “o”. En cambio, “mañanitas” y “bonitas” terminan
exactamente igual. A eso se le llama rima consonante.
Las
sílabas que suenan más fuerte en estos versos están casi en los mismos lugares,
sólo cambia en “muchacha”, donde la primera “cha” es la sílaba tónica. Esta
distribución de las sílabas que suenan más fuerte contribuye al ritmo de los
versos porque tienen una extensión similar en el número de sílabas.
Al
contar los versos en los poemas, a veces se unen las vocales que aparecen
juntas, aunque formen parte de palabras distintas.
Es
importante que sepas que en algunos poemas de versificación tradicional se usan
versos que tienen un número fijo de sílabas. El número de versos puede variar
de un poema a otro.
En
los versos de sílabas iguales se encuentran elementos sonoros que se repiten de
manera regular, como algunas sílabas tónicas o las rimas.
Para
ver algunos de estos elementos, te propongo que leas el poema “Un buen sueño”,
del poeta cubano Eliseo Diego, que puedes encontrar en la página 15 de tu libro
de Lecturas.
Un buen sueño.
Eliseo
Diego
A
gusto duerme el gato
en
torno de sí mismo:
de
pata y lomo a cola
es
él y da lo mismo.
Pues
se ha dormido todo
nariz,
bigote y ceja.
¿Dormido
todo? Bueno...
¡De guardia hay
una oreja!
Ve
los versos de este poema, que tienen una medida de siete sílabas.
Señalando los dos primeros
versos de la primera estrofa: A-gus-to-duer-me el-ga-to /
en-tor-no-de-sí-mis-mo.)
Uno,
dos, tres, cuatro, cinco, seis y siete. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis y
siete. ¿Qué elementos sonoros identificas que se repiten? Puede ser de un verso
a otro o dentro de cada verso.
En
la primera estrofa se repite la palabra “mismo” que rima consigo misma; en la
segunda estrofa riman “ceja” y “oreja”, que en todos los versos la segunda y la
sexta sílabas suenan más fuertes que las demás.
A
gusto duerme el gato
en
torno de sí mismo:
de
pata y lomo a cola
es
él y da lo mismo.
En
algunos casos, la segunda, la cuarta y la sexta sílabas del verso son las que
suenan más fuerte, como en:
de pata
y lomo a cola y en nariz,
bigote y ceja
En
el habla cotidiana, hay sílabas que suenan más fuertes al decir una frase de
varias palabras. Los poetas juegan con ellas
para dar ritmo a los poemas, y puede ser divertido
identificar para apreciar su musicalidad.
Te
puedes dar cuenta que los sonidos de las letras “eme” y “se” se
repiten con cierta frecuencia a lo largo de todo el poema. Pero veamos otro
poema donde podemos encontrar con mayor claridad distintos tipos de
repeticiones.
Te
propongo que leas y comentes algunos fragmentos de las páginas 82 y 83
de tu libro de Lectura “Romance de la luna,
luna”, del poeta español Federico García Lorca.
Romance de la luna, luna.
Federico
García Lorca
La
luna vino a la fragua
con
su polisón de nardos.
El
niño la mira, mira.
El
niño la está mirando.
En
el aire conmovido
mueve
la luna sus brazos
y
enseña, lúbrica y pura
sus
senos de duro estaño.
En
el glosario de las páginas 154 y 155 dice que “fragua” es un fogón donde se
calientan los metales para trabajarlos y “polisón” es una especie de armazón
que se ponían las mujeres hace muchos años para que sus vestidos se vieran
amplios.
Puede ser de utilidad comentarte un poco del contexto del
poema y darte algunas pistas sobre su sentido general.
Federico
García Lorca vivía en el sur de España, donde existe una importante presencia
de los gitanos. Los integrantes de este pueblo suelen vivir al margen de la
sociedad y viajar constantemente de un lugar a otro. Entre sus oficios ha
estado el de la orfebrería con las que elaboran adornos de metal, como pulseras
o collares.
En
este poema, Lorca convirtió un accidente trágico (un niño gitano cae en la
fragua y muere) en una historia poética: el niño es atraído por la luna y por
eso cae en la fragua. La luna es de metal, y por eso le dice que se vaya o los
gitanos la van a usar para hacer collares y anillos.
Viendo
el final del poema y cuenta que la luna se lleva al niño mientras los gitanos
lloran.
Cómo
canta la zumaya
¡ay,
cómo canta en el árbol!
Por
el cielo va la luna
con
un niño de la mano.
Dentro
de la fragua lloran
dando gritos, los gitanos.
El
aire la vela, vela.
El
aire la está velando.
La
musicalidad del poema contribuye a que te alejes de la realidad cotidiana y te metes en
el mundo mágico del poema, por eso hay tantas frases y palabras que se repiten
desde el título.
Romance de la luna, luna.
El
niño la mira, mira.
El
niño la está mirando.
El
aire la vela, vela.
El
aire la está velando.
Además,
hay otras repeticiones que apoyan la musicalidad del poema: está la rima
asonante “a-o” en todos los versos pares, también está la repetición de
sonidos: consonantes, vocales y hasta sílabas en diferentes partes del poema, por
ejemplo, en los dos últimos versos de la primera estrofa y en los dos primeros
versos de la segunda, predominas los sonidos en las palabras “mira”, “mirando”,
“conmovido” o “mueve” hay muchas emes.
Lo
que ocurre con los dos últimos versos de la segunda estrofa es
que hay dos repeticiones. Primero, en “enseña… sus senos de duro estaño”, predominan
la ene, la eñe y la ese, además, en “lúbrica”, “pura” o “duro” predomina la “u”
y la ere.
En
varias partes del poema hay palabras que repiten las vocales “u” y “a”, siempre
la “u” antes de la “a”, como en “luna”, “fragua” y “zumaya”.
En
resumen, la musicalidad y el ritmo son elementos muy importantes de muchos
poemas y que se hacen presentes a través de distintos recursos, como son:
●
La
métrica, que se refiere a que en muchos poemas los versos tienen una extensión
parecida, cuando contamos las sílabas.
●
La
rima, que consiste en la repetición de sonidos al final de las palabras, a partir
de la última sílaba tónica. Aparece
especialmente al final de los versos.
●
La
combinación de rimas puede ser distinta de un poema a otro, dando lugar a
distintos tipos de estrofas.
Es
posible reconocer distintas clases de repeticiones sonoras en la poesía, por
ejemplo: de consonantes, vocales y sílabas. A estas repeticiones se les llaman
aliteraciones. Además, se pueden repetir frases y oraciones, algunas veces,
escritas en un orden similar.
El Reto de
Hoy:
Consulta otros libros y comenta el tema con tu familia,
compartan poemas e identifiquen juntos la métrica y la rima.
¡Buen trabajo!
Gracias por tu esfuerzo.
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