Lunes
08
de Febrero
Quinto de Primaria
Educación
Socioemocional
El enojo regulado
Aprendizaje esperado: Distingue que la emoción de enojo puede ser regulada con recursos
personales en situaciones adversas o aflictivas.
Énfasis: Distingue
que la emoción de enojo puede ser regulada con recursos personales en
situaciones adversas o aflictivas.
¿Qué vamos a aprender?
Distinguirás que la emoción de enojo puede ser regulada con recursos
personales en situaciones adversas o aflictivas.
¿Qué hacemos?
Para iniciar nuestra
clase vamos a observar el siguiente video del minuto 03:02 al 6:39, es de un
experto en emociones, mira cómo maneja su enojo.
1.
¿Qué te hace enojar?
https://www.youtube.com/watch?v=Y9Dnu4GM91M
Algo que
podría hacerte enojar mucho es quizá, que no te tomen en cuenta.
Te invito a
leer el siguiente relato:
“Cuando cursaba quinto de primaria, un
amigo mío me ignoraba cuando llegaban otras compañeras nuestras. Eso me
molestaba muchísimo.
¿Y nunca le dijiste?
No, nunca lo hablé con él ni con nadie.
Ahora lo tengo presente porque nunca manejé ese enojo adecuadamente.”
Vamos a ver al experto en enojo. Para conocer sus
recomendaciones para manejar el coraje. Ahora observa el video anterior en el
minuto 02:53
Esas acciones de
detenerse para respirar se me hacen muy útiles.
A
continuación te presento otra historia, te invito a leerla, es sobre un abuelo,
el leal loro Urco y su valerosa capitana.
Urco: ¿Qué te pasa, estimada Capitana? Te veo muy agitada.
Capitana: Estoy preocupada y molesta, Urco. Esta pandemia del puerto nos
impide llegar a tierra.
Urco: Bueno, pero tenemos bastante comida, ¿No? Podemos aguantar un rato
más.
Capitana: No es eso, Urco. Tenía mucha ilusión de ver a mi familia y
abrazarla.
Urco: ¡Aaaggk! Capitana, ¡Pero correrías el riesgo de contagiar a
alguien que puede no aguantar la enfermedad!
Capitana: Claro, Urco, y eso jamás me lo perdonaría. Pero no sé todo
está muy raro. ¿Una peste que sale de la noche a la mañana? Me suena a mentira.
Urco: Puede ser, Capitana, pero ¿y si es verdad?
Capitana: Pues sí ¡Agh! pero odio esto, me siento privada de mi
libertad. ¡Imagina cómo te sentirías si te cortaran las alas para volar sobre
los mares! pues así me siento yo.
Urco: ¡Aaggk! tengo una solución, Capitana. Debes privarte
voluntariamente de algo más.
La Capitana se detiene y se lanza contra el loro Urco, pero se contiene
a tiempo.
Capitana: Ahora sí que no, Loro Urco. Perro de mar, deberían decirte.
Qué pésima broma.
Urco: ¡Aaggkk! pero no es una broma. Cuando te privan de algo, es
difícil evitar hundirse en el enojo. Pero si no respondes adecuadamente, ahora
sí que pierdes algo.
Capitana: Entonces según tú, gran sabio Loro, si me quitan algo y me
enojo, ¿Debo quitarme alguna cosa más por mí misma?
Urco: Así es. Yo lo hice en la cuarentena de hace 7 años, cuando
regresamos del mar del sur y me dejaron encerrado en una jaula.
Capitana: ¿Te quitaron tu libertad y además te quitaste algo por tu
propia decisión?
Urco: ¡Déjame te explico! Ya había pasado meses navegando y esperaba
llegar a puerto y gozar de la primavera en tierra. Pero hubo una epidemia y nos
vetaron bajar. A mí me encerraron en una jaula, para que no pudiera volar. Tuve
que esperar por lo menos 40 días sobre el barco.
Capitana: ¿Vez? ¡Seguro te sentías justo como yo en este momento! ¿Qué
hiciste?
Urco: Los primeros días fueron duros, me enojé mucho, pero me di cuenta
que esa no era la solución. Así que empecé a reflexionar y consideré la
situación de ese momento. ¡No podía bajar a tierra porque había una pandemia!
Capitana: Justo como la pandemia que tenemos hoy, ¿No?
Urco: Justo. Un pirata de aquel barco me dijo que si hacía lo mismo
durante 21 días, se hace costumbre. ¡Y eso me despertó! no quería ser un
quejumbroso siempre. Así que me porté diferente, traté de ver más allá de la
pandemia y enfocarme en mis 21 días con buena actitud.
Capitana: ¿Y sirvió de algo?
Urco: ¡Aaaaagkk! claro, Capitana. Como me estaba dando el tiempo de
reflexionar, empecé a ver que los que se mantenían enojados nunca resolvían sus
problemas ¡y sólo añadían más a la lista!
Capitana: ¿Y tú qué cambiaste? aparte de la reflexión.
Urco: Me puse a dieta, Capitana, ¡aaaaggk! comía la mitad de lo que
comía normalmente y elegía los alimentos más digeribles, para no sentirme
pesado después.
Capitana: Ok, creo que eso puedo hacerlo fácilmente. ¿Qué más?
Urco: También empecé a leer una página cada día. ¡Y eso no es todo! hasta
hice ejercicios dentro de la jaula.
Capitana: ¡Wow! ¿Y te daba tiempo?
Urco: Pues claro, mientras todos se enojaban y quejaban entre ellos, yo
empecé a hacer mi rutina. Empezaba el día respirando profundo cinco veces, lo
terminaba dando gracias por haber disfrutado un día más.
Capitana: ¡Eso es bueno! te distraías mientras formabas buenos hábitos,
Urco. Sí que le sabes, lo acepto.
Urco: ¡Aaaaggkk! te dije, Capitana. También trataba de enviar esa buena energía
a mis seres queridos. Imaginaba como una luz dentro de mí que me hacía más
fuerte.
Capitana: ¡Qué increíble! pero ese es el poder de las personas que
amamos, ¿Eh?
Urco: Sí, claro, además, imaginaba todo lo que haría una vez que bajara
a la tierra.
Capitana: ¡Ay! ¿Y eso no te hacía estar más impaciente?
Urco: Al contrario, Capitana. Gozaba de la espera. Me di cuenta que lo
que esperas con ansias se transforma en deseo y se hace más poderoso. Por
ejemplo, no comía alimentos suculentos, no jugaba a las cartas, no dormía
mucho. Y después ¡uf! No sabes cómo lo disfruté.
Capitana: ¿Volviste a todo como si nada?
Urco: No, claro que no. Mientras estuve en el barco, adquirí todas esas
costumbres nuevas. Más porque me dejaron bajar después de mucho más tiempo del
previsto.
Capitana: Entonces, ¿te privaron de la primavera?
Urco: Sí, aquel año me privaron de la primavera, y de muchas cosas más,
pero yo había florecido igualmente: me había llevado la primavera dentro, y
nadie nunca más habría podido quitármela.
Como
pudiste leer, nadie tuvo la culpa de la pandemia pero eso lo llevó a
reflexionar sobre su propia condición.
Te invito a
ver el siguiente video del minuto 02:29 al 3:30 y del minuto 07:26 al 8:12
2.
Furiosa Garza García.
https://www.youtube.com/watch?v=WSORm7TIS6s
Como
pudiste observar, no saber cómo controlar el enojo afecta a los demás.
¿Qué
propondrías hacer en una situación así?
Podrías
detenerte, respirar profundamente y buscar un lugar tranquilo y amigable para
reflexionar, eso ayudará a transformar el enojo en algo bueno para los demás.
Curiosamente
cuando nos concentramos en la felicidad de los otros empezamos a sentir cierta
felicidad nosotros mismos.
Pero, ¿Cómo
pasó del enojo a la felicidad de los demás?
Es algo
parecido a la persona que, habiendo perdido todo, sólo encuentra consuelo al
ayudar a los demás como cuando ayudas a alguien y los ves feliz, te pones feliz
también por haberlos ayudado y haber recibido un “gracias”.
Cuando
estás enojado, tu atención se centra sólo en aquello que te molesta. Con una
actitud de ayudar a los demás, abres tu atención hacia lo que les pasa a otros.
Por
ejemplo:
Respira
profundo, relájate. Cada vez que metas aire vas a pensar en los demás; cada vez
que saques el aire, vas a pensar en el beneficio de ayudarles. Debes repetir
esto varias veces.
Debes
recordar lo que reflexionaste en este momento para aplicarlo, que no se quede
en buenas intenciones, sino en verdad ayudes a los demás.
El Reto de Hoy:
Anota y
responde en tu bitácora la siguiente pregunta:
¿Qué haces
cuando te enfrentas a algo que te causa enojo?
Reflexiona
sobre las técnicas para controlar tu enojo y practícalas cuando algo te
moleste.
Gracias por tu esfuerzo.
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